Se suele pensar que las frutas desecadas engordan más que la fruta fresca. Si comparamos 100 gramos de fruta fresca (por ejemplo, uvas) con 100 gramos de la misma fruta desecada (pasas), la segunda tiene más azúcar. Esto es porque al desecar estamos quitándoles el agua, lo que supone una concentración de la propia fruta (pierde peso, pero mantiene casi los mismos nutrientes). Por eso saben más dulces, pero eso no conlleva un aumento de azúcar.

Por tanto, las frutas desecadas son una buena opción saludable. Lo mejor es que se pueden emplear tal cual, como si fuesen chucherías, o en recetas (para rellenos en repostería, salsas, acompañamientos en ensaladas, etc.). Desde Frutos Secos Borén os ofrecemos una variedad de frutas desecadas de calidad, para que podáis disfrutar de estos deliciosos y nutritivos alimentos.